13 febrero, 2011

CAPSULAS DE CIENCIA

HAY EN EN AIRE EL DOBLE DE POLVO DEL QUE HABIA EN EL SIGLO XIX

Un estudio dirigido por Natalie Mahowald, profesora de ciencias terrestres y atmosféricas, se utilizaron los datos disponibles y la modelación informática para calcular la cantidad de polvo presente en la atmósfera, a lo largo del siglo XX. Éste es el primer estudio que sigue las fluctuaciones de un aerosol natural (no emitido directamente por las actividades humanas) en todo el mundo durante aproximadamente un siglo.

El polvo de los desiertos y el clima se influyen mutuamente de manera directa e indirecta a través de una extensa serie de sistemas entrelazados. Por ejemplo, el polvo limita la cantidad de radiación solar que llega a la Tierra, un efecto que, entre otras cosas, podría enmascarar los efectos del calentamiento global inducido por el aumento del dióxido de carbono atmosférico. También puede influir en las nubes y en la lluvia, provocando sequías, lo que, a su vez, promueve la desertificación y que haya más polvo fácilmente Hay en el aire el doble de polvo del que había en el siglo XIX

La química de los océanos también está muy involucrada. El polvo es una fuente importante de hierro, vital para el plancton y otros organismos que retiran carbono de la atmósfera.

Entre otras cosas, los investigadores han descubierto que, debido a cambios regionales en la temperatura y en las precipitaciones, hubo una reducción global de la absorción terrestre del carbono de 6 partes por millón (ppm) en el siglo XX. El modelo también indica que, durante el mismo período de tiempo, el polvo depositado en los océanos aumentó en un 6 por ciento, o 4 ppm, la absorción de carbono atmosférico.
Fuente: Solo Ciencia