Crónica de un viaje al Pico Duarte
Por Gerardo Peralta Ramírez, HI8GPR
Salimos mañana martes 3 de enero del 2017. Mi bulto militar tipo gusano tiene todo lo que necesitaré,
todo revisado y "contrachequeado". Como siempre presente "el sutico", que es la sensación que
provoca cada nuevo viaje, es un pequeño nudo en el estómago, una pequeña presión que no se quita
del pecho hasta que se inicia la caminata senderista. Tengo tres años que no hago esta ruta, es una ruta
dura y desesperante de caminar. El senderista es un ser extraño que no puede ser encasillado por
norma alguna.
Llegó el día de la salida, paso a buscar a Gaudencio Jarquín otro senderista que sobrepasa en
veinticuatro años mis cuarenta y dos de edad. Voy preocupado por la incertidumbre de si seremos
eficientes colocando la carga en el bus de 34 personas ya que nunca lo habíamos hecho, nunca había
usado parte de un bus para cagar equipajes.
Con la ayuda de los chóferes del bus, que si lo habían hecho antes, queda colocada la carga, y los
participantes, que también ayudaron un poco, entran al otro bus de 34, salimos a la hora exacta
planificada, las 10:00 am; cosa difícil de lograr en Quisqueya "la bella". Somos 40 almas.
Parada en Plaza Jacaranda, se nota el buen ánimo de todos. Al llegar cerca de Matagrande debemos
desmontarnos, los buses por lo malo del camino, pasan un tramo de unos 10 metros y volvemos a
ocuparlos. Hablando con Albert Troncoso, presidente del GEB (Grupo Excursionista Babeque) sobre
su "sleeping bag" a todos en el bus de la carga, que somos 6 personas, nos da curiosidad la forma de
empaque, por lo que todo termina en abrir allí mismo ese bolso de dormir y estudiar minuciosamente
sus detalles, confección, características, y la forma más eficiente de su empaque que definitivamente
no era la que tenía.
Llegamos a Matagrande, inicia la "pre caminata" de 40 minutos a una hora para otros, para llegar a la
caseta de parque de Antonsapé donde pernoctaremos sin abrir campamento aprovechando sus
instalaciones. El cerrar esa caminata nos obliga a conocer a Alanna, Orfelina y Miguel (si lo conozco),
quienes forman un verdadero monolito de lentitud extrapolada a su máxima expresión, compensada
por la bondad extrema de cada uno en esa terna cuasifamiliar. Para cruzar a la caseta Antonsapé hay
que cruzar un rio contiguo, hay un puentecito, todos lo cruzan menos yo, yo crucé desde lo más bajo
del río pero después de cruzar pude observar el puente, muy nuevo, acabado de hacer, dos troncos
longitudinales y varios pedazos de madera transversal de color ambar como los rieles de un tren,
puente "nuevecito" con olor a cuaba. Este puente es nuevo, huele a cuaba.
Ya en la noche preparamos los lugares de dormir de cada uno, hablamos con todo el grupo sobre el
día de mañana, día del inicio de la caminata. Contamos con el servicio de 9 guías, 2 cocineros y un jefe
de guías, Cesar Canela, sus dos hijos y su esposa forman parte del grupo de guías y cocineros.
Contamos con 23 mulos para manejar la carga y 10 mulos en caso de que algún caminante no pueda
avanzar, el médico de la expedición Joaquín es quien decide quien se monta en mulo y quien no
durante la que será una caminata de 67km a ser realizada en 5 días, descansando el antepenúltimo día.
Cuatro y media de la mañana rearreglo mi bulto y me preparo para el inicio de la caminata, cuando
voy a despertar a los chicos participantes el grupo ya está en proceso de preparación, soy famoso por
despertar con cantos de himnos a los chicos mientras duermen, Albert Troncoso el presidente del
GEB los despertó antes con el objetivo de ser más eficientes y también de evitar mi desagradable y
muy estridente rutina matinal, felicité al grupo por estar en proceso, esto me dice que el grupo tiene
mucho potencial, eso me hace muy feliz.
Desayuno de huevo revoltillo de salchicha de los hotdog que sobraron de la cena, con guineito verde,
acompañado de chocolate. Inicia la caminata y desaparece "el sutico" sigo pensando en mis 250 libras
y que la primare vez que hice esa ruta hace unos 6 años tenía ese mismo peso, la incógnita de si realizaré
el viaje persiste en mi mente lógica, la experiencia de 6 años mantiene mi equilibrio mental y emocional.
El olor de la naturaleza pura y ese silencio son dos grandes amigos del buen senderista, puedo ver
como ya a las 11am llegamos a la caseta de Loma De Oro, el médico Joaquín, Orfelina, Alanna, Miguel
y yo; vamos muy lento según estimaciones. Nos tomará 12 horas hacer el tramo del primer día hasta
La Guácara donde el tiempo promedio se toda la caminata es 8 a 10 horas, nadie quisiera llegar de
noche a los campamentos porque no es bueno caminar con foco y tampoco es bueno acostarse uno
sin bañar. Orfelina se lesiona una pierna en la "subida del coño" y es montada en mulo. Llego cerrando
el viaje con Joaquín, el médico, a las 5:40pm, nos da tiempo a darnos un baño en las inclementes aguas
frías del rio Guácara y comentar sobre la hermosísimas vistas del "Filo de la Navaja" un precipicio
desde donde se proyecta el rio Bao en forma de "v" fluyendo entre faldas de montañas. El lugar de
acampada es un pequeño llano entre el rio y la falda de una loma, todo en forma de media luna donde
hay una vieja caseta de parques, allí durmieron los guías, el grupo abrió casas de campaña. Estoy
recordando mis tiempos de inicio de senderista cuando por gordo y lento encontraba mi casa armada
por mis compañeros de ruta. Hacía mucho que no llegaba y encontraba la casa donde voy a dormir
armada, siempre llegaba a tiempo para colaborar y abrir casas de campaña a los rezagados, hoy
pertenezco a esa noble "estirpe".
Cenamos, dormimos y nos levantamos temprano hoy es jueves 5 de enero del 2017 y después de
desayunar papa pelada con queso y salchichón frito, odio comer papa pelada en el monte, me encanta
comer papa hervida con su cáscara me hace sentir mejor y tiene un sabor que solo se aprecia cuando
te vales de pocos recursos de alimentación en las montañas. Eso de papa sin cáscara son
probablemente órdenes de Jarquín para que los chicos se coman las papas, nos quejamos de las
ñoñerías de los chicos pero somos los educadores los primeros que las fomentamos, "con nuestro
gran amor los condenamos a nunca ser". Inicia la caminata hacia Bao 12km. Los campesinos llaman
"paso" al collado entre dos montañas que alberga el cauce de un río, nos tocó cruzar dos pasos: paso
del Bao y paso del Baíto en ambos, puentes nuevos, hace tres años tuve que cruzar ambos ríos sin
puente, quitándome las botas y las medias, secando los pies y luego el mismo protocolo inverso de
poner medias y botas para seguir caminando. En esta ocasión soy agradecido al olor de cuaba de cada
puente nuevo, el olor a cuaba de los peldaños, ya que son puentes en forma de escalera horizontal
formados por dos troncos con su corteza y cada peldaño es un trozo de madera color ambar del centro
de tronco de pinos, cuaba pura, y su olor, agradezco ese aroma de cada puente, de todos los puentes,
nuevos puentes, bellos puentes; "puentes con olor a cuaba".
La llegada a Valle de Bao ocurre a las 4:30 después de 8 horas y media de caminar y caminar. No hay
espacio, el valle está lleno, o sea el espacio para acampar está totalmente ocupado por tres grupos: Los
Digitales, Altius de Colegio Dominicano De La Salle y La Brigada Ecológica Aniana Vargas, sur, centro y caseta todo el valle lleno!!!!, revisamos la ladera sur de Rio Bao donde acampa siempre La
Salle, totalmente inundada de agua, ¡bendito sean estos tiempos de mucha humedad! Entonces ocurre
algo espontáneo y fabuloso, solidaridad senderista, El Colegio Dominicano de la Salle inicia a
desmontar casas de campaña y a reinstalarlas, se produce la "multiplicación de los panes" y donde no
había espacio aparece el espacio que los 40 participantes del GEB necesitaban. Esto me encantó vivirlo
porque fue un ejemplo y enseñanza para mis "hijos" de GEB (Grupo Excursionista Babeque) nadie
presionó a La Salle ellos mismos sin esperar al llamado de auxilio iniciaron el proceso para ayudarnos,
"como la sangre, acudieron a la herida". La solidaridad no es lo mismo que la caridad, caridad es dar
lo que te sobra cuando te piden, solidaridad es dar de lo que te falta, sacarte la comida de la boca para
darla a quien ni conoces, sin esperar nada. Yo creo en la solidaridad, en el servicio voluntario. Son el
ejemplo y acción para transformar al mundo.
Fogata en la noche, compartiendo con los líderes de La Salle, conociendo a los de la Brigada Ecológica
Aniana Vargas, vi por primera vez a Loreta, líder de esa agrupación senderista. Interesante, en un
extremo del valle Los Digitales, que cumplían 20 años, y la Brigada Ecológica Aniana Vargas también
celebrando su 20 aniversario. Es interesante ver dos grupos senderistas totalmente opuestos
celebrando: Los Digitales que llegan en mulo y en helicóptero celebran con un cerdo asado en puya
(acción que viola las leyes de parques) en un campamento lujoso hecho con lonas y casas de campaña
enormes. Por otro lado y en el otro extremo del valle, en la caseta y ocupando casas de campaña en el
lado norte del valle, Brigada Ecológica Aniana Vargas, gente con pocos recursos pero muchísimo
entusiasmo, celebraron sus 20 años con una caminata hasta Lilís y por razones de clima retornaron a
Bao, podíamos ver las hileras de focos, caminando por el firme los 6 a 7 km que conducen desde la
falda de la Pelona, que imponente, se muestra ante nosotros como macizo oscuro en la noche
coronando el cielo, frente a las otras montañas. Unos celebran comiendo lo que allí está prohibido
cocinar y otros celebran caminando en un solo día una ruta que para una persona en sus cabales sería
casi imposible hacerla ida y vuelta en un mismo día, pero ellos la hicieron. A dormir.
4:30am Viernes 6 de enero 2017, La Salle desayunando y recogiendo campamento se organizan en
cinco grupos de doce personas, que van saliendo hacia una ruta de 12 kilómetros de ascenso hasta
coronar La Pelona. Van saliendo ordenados y podemos ver una vez más las hileras de focos en la falda
de la loma y en los firmes que bordean al Valle De Bao. Después de este espectáculo viene el segundo
espectáculo, el alba, para la cual despierto a varios de "mis hijos" del GEB. Se despiertan y pueden
apreciar uno de los espectáculos más divinos de esta isla, el Valle de Bao y toda su extensión plana de
pajones sobre el lodo donde nace el Rio Bao una extensión de más de cuatro campos de futbol donde
el pajón que domina amanece completo untado de nubes, con la aurora esas nubes inferiores se
levantan en forma de estratos frente a nuestros ojos y tan cerca de nosotros que parecen pintados por
el pincel de algún mago-pintor, este juego es producto de la sublimación de cristales de hielo en el
pajón. Todo este "concierto de nubes sube en dos etapas con la aurora, primera etapa es como una
neblina y el hielo sublimado a gas conforma una más tenue neblina menos espesa que corona todo el
ambiente según asciende, como si quisiera besar el crepúsculo matinal, el amarillo del pajón vuelve a
dominar nuestras vistas, amarillo, verde, marrón, blanco entre todas las montañas coronadas por los
rojos, naranjas y rosados de la aurora en el cielo que se puede apreciar, verde-azul, nubes moradas y
naranjas. Todo un espectáculo casi paralizador.
Desayuno a las 9:30am el campamento completo despierto ya, avena con pan con queso, la verdad es
que como decía Sócrates: "el mejor condimento para la comida es el hambre", pues veo a mis alumnos
comiendo y saboreándose… increíble, increíble.
Desde las 11am un sol fuerte, inclemente e intenso, nunca había visto eso en Valle de Bao, aprovechan
los excursionistas para bañarse en el río, que es frio, helado.
Comida servida, Sancocho, yo estoy comiendo poco porque la lata de fabada que me "ajusté" 24 horas
antes en el "paso" del Rio Baíto me tiene todavía: "ajito", "timbí", lleno, "jarto" o "emparchado" como
quieran decirle, tengo 24 horas sin hambre. De todos modos, comí sancocho, no mucho. Estaba muy
bueno.
Bañarse en las aguas de Bao es una de las proezas más ilustres de este viaje. Ayer llegando de la
caminata me bañé, era de rigor, más por la recuperación que genera en todas las articulaciones el agua
fría; el agua fría baja la temperatura del cuerpo de forma tal que para equilibrar la temperatura corporal
el corazón se ve obligado (controlado por el "gran simpático" asumo) a bombear sangre con mayor
velocidad y flujo, tan pronto entra uno a agua helada los latidos aumentan de 70 latidos por minuto a
unos 100 a 105 latidos por minuto, con esto ciertos lugares internos del cuerpo mantienen su
temperatura mínima correcta, esto provoca una circulación de sangre oxigenada hacia todos los tejidos,
esto con el cuerpo en reposo obliga a que todos los tejidos se recuperen y reproduzcan células nuevas
sustituyendo los tejidos afectados o cansados, para las articulaciones esto representa una rápida
recuperación de todo el trabajo crítico a que son sometidos en las larguísimas caminatas los huesos,
músculos y tendones; también la higiene es un factor importante por lo que el sacrifico de sumergirse
en aguas heladas es necesario en este tipo de viajes. A la vuelta del "baño helado" el sol casi se oculta
no en el horizonte "planimétrico" pero sí detrás de las lomas; cena temprano: espaguetis con pollo,
como muy muy poco, no tengo hambre.
En plena noche y junto a la fogata mis "hijos" curiosean en el cielo y preguntan sobre las estrellas, el
cielo preñado de ellas nos permite hablar de las constelaciones y estrellas principales, usando este bello
cielo no contaminado de invierno. Orión reina la noche, a su alrededor, Tauro, Auriga, Can Mayor,
Can Menor, Géminis y hasta Andrómeda que desde la ciudad es difícil de observar por la
contaminación lumínica. Cada constelación presenta sus estrellas principales: Rigel, Aldebarán,
Betelgeuse, Castor, Pollux, Capella, Omicrón y la más brillante del cielo: Sirius. Supongo que es
práctica ancestral que los jóvenes pregunten a los mayores por el cielo, estamos en medio de esa
bellísima clase.
Finaliza la clase de observación de los cielos, inicia la reunión con todo el grupo para explicar el día
de mañana "coronar el pico", ascenso a La Pelona vía las "hamacas" (subidas y bajadas sobre un firme
o series de cumbres de cadenas de montañas); el ascenso a la pelona es tedioso y desesperante pues
siempre te presenta un horizonte de copas de árboles que te hace creer que ya estas llegando.
Recorrido, unos 12 kilómetros hasta llegar a La Pelona, tiempo normal computado 6 horas, Valle de
Lilís 1 km, media hora a 45 minutos de caminata, para subir al Pico Duarte 1.5km, una hora de caminata.
Todo explicado acentuando la falta de agua en todo el camino, incluso falta de agua en todo el retorno
de 4km desde el Pico Duarte hasta Compartición, ahorrar agua, comer en la falda de la pelona en la
última hamaca, ahorrar energía en todas las subidas. Mañana iniciamos a las 6am la caminata desayuno
desde las 5:30am. Noche prima, fogata, ya es de madrugada, no tengo sueño, tengo más de dos horas
silente escuchando a los protagonistas de la fogata esta noche, los alumnos duermen, Joaquín el
médico, duerme, solo Latif y yo en la fogata escuchando, otros 8 a 9 del grupo Aniana Vargas. Bajo
los efectos del alcohol, según veo y escucho, un "elemento" que se empecina en llamar a Latif con el
mote de "Mustafá", el "elemento", una interesante <> (María Del Mar González, 2016, p.
X) de Dios discurre sobre temas de ciencia, filosofía y religión de forma "entrópica" y "seudoprofunda",
escucho muy muy callado todo el despliegue de conocimientos de: ciencia ficción, religión, geopolítica, sistemas económicos socialistas, Karl Marx... y otros. Yo escucho y por casi primera vez
en mi vida, no opino, ni participo. Solo escucho muy muy callado. Siempre los "capítulos" de cada
discurso terminan en "no es así Mustafá" o "dígale Mustafá" refiriéndose cada vez al pobre Latif que
no le gusta mucho hablar y tiene que soportar que le llamen con otro nombre que no es su nombre.
La fogata, su fuego toma diferentes formas, danza y parpadeos innumerables de las sabanas de plasma,
diversas, interminables y alternas formulaciones de colores, en el fondo de la llama y al rojo vivo los
restos de metales y carbono que formaron parte de un tronco, hacen barridos incandescentes en rojo
y naranja. La fogata y el gradiente térmico en sus alrededores nos mantiene protegidos del inclemente
frio de 4 grados celcius de esa prima noche, son las 1am. "¡Wey! ¡Wey!", "pero hable", "opine algo",
"yo sé que usted quiere hablar y opinar algo", así se refiere a mí, invitándome a hablar el "elemento"
o <> (María Del Mar González, 2016, p. X) alcoholizada, yo lo miro, miro a "Mustafá" o
sea a Latif, y miro la fogata, ya solo quedan tres del grupo Aniana Vargas, el "elemento alcoholizado"
y dos más, sentados, además claro está, Latif y yo. Me invita a opinar, opino conectando sus ideas con
la fogata, el humo de la misma y los bosques de pino y desarrollo un discurso científico-filosófico que
soporta la hipótesis de porqué los bosques de pino son especies más avanzadas que la especie humana,
finalizo mi discurso, ya los dos de Aniana Vargas no están, solo el "elemento" y Latif, el elemento me
está mirando al finalizar y se queda totalmente callado pestañando y no se emite más sonido solo
miramos a la fogata. Decidimos irnos a acostar son las 2:00 am., la temperatura 4 grados Celcius fuera
de la fogata.
5:00am levantándonos, desayuno en proceso, tumbando casas de campaña, arreglando bultos, 6am
desayuno listo, en la fogata todo el grupo desayunando. Terminamos de desayunar, despedidas del
grupo Brigada Ecológica Aniana Vargas, que también está en recogiendo. Salgo con el primer grupo,
aun esta oscuro, somos unos 8 a 10 almas, pasamos por el borde norte del Valle de Bao y hacia las
faldas de las lomas que nos llevarán a los firmes o hamacas que conectan con la falda de La Pelona,
vemos el Valle en su extensión este-oeste desde la ladera norte, un espectáculo de niebla nocturna y
pajón congelado, bellísimo, iniciamos el ascenso, y vamos viendo como el campamento abajo se hace
cada vez más pequeño según subimos, sale completamente el sol, con el amanecer y la luz seguimos
subiendo y viendo cada vez más pequeño el Valle de Bao, esta será una vista continua todo el camino,
donde el tamaño del Valle de Bao se disminuye, esto será constante hasta incluso cerca de la
coronación de la Pelona, esto es una de las tantas increíbles vistas que hacen de esta ruta la más bella
de todas las rutas al Pico Duarte ( aunque yo encuentro más hermosa por millares de veces la ruta
desde San Juan al Pico Duarte).
Hamaca primera, hamaca segunda, hamaca tercera, ya se ve la Pelona ya tenemos unas 5 horas de
caminata (vamos lento) ya todos me han pasado del grupo menos Latif, Joaquín el doctor y claro está:
Alanna, Orfelina y Miguel. Ya la Pelona se visualiza a lo lejos pero no está como antes, no la reconozco,
¡Está verde! ¡Mucha vegetación! Su color rojo marciano, no lo veo. ¿Esa será La Pelona? No lo puedo
creer, dudo que sea La Pelona. Seguimos avanzando, falda de La Pelona, vistas poéticas del cielo y las
nubes, pinitos creciendo, yo disfruto tocar lo que serán las copas de los pinitos, es uno de mis más
grandes deleites en los viajes, su olor a resina, la esperanza de que toco lo que en años ser una alta
copa de un futuro pino gigante. Hago el símil de tocar las puntas de los pinitos, futuras elevadas copas
con las mentes y pensamiento de mis alumnos, hoy después de 7 años deleitándome con este rito
espiritual, por fin comprendo que la vida pone a uno dentro de metáforas interesantes y profundas.
Hoy la vida me ha dado la oportunidad de académicamente tocar los pensamientos de mis "hijos", mis
alumnos, igual que tengo 7 años tocando las futuras copas de los pinos en su "niñez".
El grupo de “retaguardia” o cierre, ya en la falda de La Pelona, comemos de forma abundante, de aquí
en adelante viene una de las subidas más desesperantes de todas, con vistas espectaculares del Valle
de Bao en nuestras espaldas. Obligamos a Alanna y Orfelina a montarse en mulos. Son las 12m
tenemos 6 horas de caminata (3 horas de retraso). Pelona coronada son las 4:00 pm, estamos Latif,
Joaquín (el doctor) y yo. Llamo por la radio nadie contesta, pruebo simplex y repetidores, UHF, VHF
nada. Extraño porque hacía una hora que contacté con Tamboril y deje dicho que iba camino para el
pico que estuvieran pendientes a los colegas Radio Amateurs. Caminata a Valle de Lilís y atravesándolo
completo, todo está verde, Pelona y Lilis, increíble e irreconocible. "Verde que te quiero Verde"
citando a Lorca. ¡Que viva la recuperación de los bosques! Coronamos el Pico Duarte y esperamos allí
el atardecer, bellísimo. Contacto Santiago, Santo Domingo y Tamboril con solo un vatio de potencia.
Impresionante. Contactos en simplex con HI3C, HI3MLK, y con HI8V usando un repetidor ubicado
en Alto Bandera, la 5ta. montaña más alta del país. La temperatura inicia. A bajar de forma inclemente
hay que bajar del Pico, ya el sol se ocultó y queda poco tiempo de caminata con luz. Encendemos
nuestros focos de frente y bajamos los 5.3 km: 1.5 km bajando del pico a Lilís y 3.8 de Lilís a
Compartición; juro que se sintieron como 30km. Llegamos al campamento a las 9pm. Cenamos, todo
en orden y a dormir. Resultados, todos cansados y no hay malogrados.
Día de la caminata final. Recogida del campamento e inicio de la caminata, 5:30 am a 6:30 am recogida,
limpieza del campamento y desayuno. Salida 7:00pm, caminata hacia La Vela, caminata hacia Agüita
Fría donde nace el río Yaque del Sur en La Rucilla, caminata hacia El Cruce, caminata hacia La Laguna
y pausa para comer, caminata hacia La Cotorra, caminata hacia los Tablones. Ya son las 3pm el camino
de Tablones a Ciénaga, 1.5 horas de caminata en terreno plano que se sienten verdaderamente
interminables. Llego a las 4:30pm a Ciénaga de Manabao, he llegado cerrando el viaje con 4
participantes detrás de mí a solo 15 min de distancia, me separé de ellos desde Cotorra acelerando el
paso para poder acabar antes de las 5pm. Llego, y después del puente al primero que encuentro es a
Sosa el administrador del Parque J. Armando Bermúdez, esperando a todo caminante que cruza el
puente a Ciénaga. Todo bien, nos saludamos y me identifico como "cierre" del grupo Secundaria
Babeque que viene desde Matagrande, detallándole que detrás de mi vienen 4 más y una joven (niña)
en mulo con el guía de cierre.
El viaje ha terminado. Ahora solo queda volver a Santo Domingo.
Todos los viajes senderistas son “Puentes Con Olor a Cuaba”, puentes de ciencia, puentes de fe,
puentes filosóficos y espirituales, ellos nos conectan con lugares y situaciones que nos revelan la
verdad, una verdad efímera una verdad fugaz, que se presenta de forma extraña, para vivir estas
experiencias hay que alienarse del colectivo "humano" para así, en solitud, con la verdadera naturaleza
cruda, encontrar HUMANIDAD.
“Homo sum, humani nihil a me alienum puto”
(Publio Terencio Africano, 165 a. C. Heautontimorumenos)